miércoles, 3 de agosto de 2011

Me ato los cordones

Ya está, lo he decidido: correré en línea recta, aunque el camino sea largo. Y puede que quizás esto me aleje de tí por un tiempo, pero el mundo es redondo y algún día volveré a encontrarte. Y si el verme marchar te asustó y decidiste darme la espalda, podrás verme llegar y permanecerás con los brazos abiertos, preparado. Si no es así, y aún al verme marchar decidiste esperarme, apareceré por tu espalda con el mejor de los abrazos, y tú, sin poder verme, sabrás que soy yo, porque nunca nadie había conseguido encajar sus brazos alrededor de tu cuerpo.