miércoles, 22 de diciembre de 2010
El pitido del silencio.
Sí.
Pero, ¿te he dicho cuánto te odio?
Seguramente,
pero no por qué te odio. Te odio porque:
no te soporto cuando no estás a mi lado,
y esque no puedo ni verte.
Odio el ruido que provocas cuando callas,
el olor de tu colonia cerrada,
el tacto de tus sábanas de tres días sin taparte.
Deseo que llegue el día en que
deje de vivir con tu recuerdo,
para vivir con tu presente.
Tener que pensar en tí hace que no me concentre,
tu imagen en mi cabeza no deja espacio a lo importante.
Por tu culpa tengo la piel irritada,
dicen que me faltan tus caricias.
Gasto más dinero en colorete porque ya
no estás tu para sonrojarme.
Ahora todos dicen que estoy fea,
que me quedaba mejor tu sonrisa.
Por ver el armario medio vacío
he pensado que necesitaba más ropa,
me pongo tus pantalones confundidos
y me toca cambiarme de nuevo.
El marco con tu foto me recuerda que estoy sola.
lunes, 11 de octubre de 2010
Hoy escribo para nadie.
y descubrí a la misma tonta dando vueltas sin sentido,
tropezando con la misma piedra a mitad del camino
como si fuera la primera, como si diera lo mismo.
Decidí no escucharte, decidí hacer caso del refrán,
decidiste acomodarte en mi lado del sofá.
Mis oídos comenzaron a tragar, pues cada frase
que decías no era necia, era verdad.
Y así fue como comenzó este sucio desfase,
así fue como consegui yo acostumbrarme
a dar vueltas con el centro de tu ombligo, sin razón,
a tropezarme con la punta del abismo de tu edredón.
Y ahora estoy acostumbrada
a escribir sin medir nada,
a rimar sin sentido, a escribir con pocas ganas.
O a escribir, mejor dicho
pesimista, como un bicho
que nunca consiguió ser mariposa.
Esto es lo que queda, es ya poca cosa.
Mañana despertaré, si entra el Sol por mi ventana,
y si veo que no entra, se me irán todas las ganas
de andar por el camino, el camino hacia tu casa.
¡Y a llorar un rato hundida en la bañera!.
Que salga el Sol a mis espaldas,
ya no me mueve nadie, ya soy una cualquiera,
ya no te utilizo para llorar cuando lo necesito,
ahora tengo una excusa nueva.
martes, 5 de octubre de 2010
Cuando llueve durante diecisiete años.
Todos me advirtieron, pero nadie me enseñó a sostenerme por mí misma, en lugar de ir colgada de eslavón en eslavón. Me fuí a lo cómodo, al dejarse llevar, al agarrarme a los que aseguraban ser más fuertes. Pero por muy fuerte que se sea, si llueve te mojas, y si te mojas te oxidas. Y para eso no hace falta saber mucho de ciencias. Basta con el sentido común, y dónde mejor se aprende es en el campo.
Me acostumbré a ver siempre lo positivo en las cosas cercanas y lo negativo en las más lejanas. Pero, aún así, conseguí ver lo positivo incluso en lo lejano. Y esque cuando la vida te sonríe, lo hace con cara de niño. Y así es imposible apreciar lo negativo. Todo torna a positivo e incluso optas por inventártelo.
Y de tanta carga positiva acabaré estallando. ¿Por qué lo sé?, porque lo he visto. De echo... no todos los eslavones se rompen por oxidación. Los más fuertes consiguen cubrirse de la lluvia, de capota el corazón.
Aunque quizás yo no estalle, ni me oxide, ni ceda... No soy un eslavón. Entonces... solo queda esperar.
miércoles, 18 de agosto de 2010
Uno y uno siempre fueron dos.
Prohibiste el paso a todo asomo de romanticismo. Prometimos nunca ser uno, siempre tú y yo. Una línea nos unía, nunca nos rodeó.
Una mesa, para dos. Siempre distintos platos, nunca una ración. Cuenta compartida, a cada plato su valor.
Una casa, yo en tu cama, tú en la mía. Dividimos el espacio, siempre para dos... con la única norma de no invadir el territorio vecino. Menú del día: lentejas malas de anteayer, hamburguesa a medio comer, ¿de postre? uno chocolate, el otro café. Y como a mí no me gusta tirar la comida, decidimos vivir por separado. Más aún.
Paseamos juntos, yo de tu mano, tú de mi ombligo. Reimos juntos de las parejas que compartían el mismo helado, de los que abrazados parecían un hombre gordo, de los que al juntar sus risas provocaban un sonido desagradable, de los que caminando a la vez parecían soldados. Tú y yo no, tú y yo caminábamos cada uno a su ritmo, un paso tuyo eran dos míos. Cada uno cogimos un remo en la barca, y por más que yo intenté remar más fuerte y tú más flojo, no conseguimos avanzar, pero nos reímos de la situación, aunque yo me cansé antes de reír. Y luego a casa en metro, cada uno en su estación. Tontos los que acompañan al otro al portal. Yo no iva a permitir eso, si por volver él sólo a su casa le pasaba algo, nunca me lo perdonaría.
Y como las pilas, siempre hay una más buena que otra... y uno de los dos acabó por cansarse antes, y nos despedimos. Y cuando nos preguntan, ninguno dice "cada uno con su vida", es lo bueno que tiene que siempre vivimos cada uno la nuestra.
Algunos dicen que nos equivocamos en la fórmula, que no debimos sumar, que debimos multiplicarnos el uno por el otro, para obtener un buen resultado.
martes, 27 de julio de 2010
Y si el sol me ciega, uso gafas.
Pero ayer tube dudas, y quise mirar. Y mirando, mirando, el Sol me cegó, sin motivo ni razón, y me hizo llorar.
Hoy, feliz de nuevo, he mirado al Sol, y por fin he conseguido verlo. Y esque entendí que lo único que el Sol quiso decirme, es que debía ponerme gafas para contemplarlo mejor.
Así que, cuando algo te haga daño, busca las razones y encuentra la solución.
sábado, 17 de julio de 2010
Pensando
que, a veces, es demasiado
y no deja libertad.
Pues pensar antes de hablar
está siempre aconsejado;
"ver, oír y callar"
a mí nunca me ha gustado.
Yo siempre quise actuar,
dejar paso a lo improvisado,
por eso escribo mientras hablo,
por eso callo y no recito
Acusado de proscrito
soy sin ser juzgado.
Nunca en ello vi algo malo,
no soy sólo lo que hago,
no hago siempre lo que digo
martes, 6 de julio de 2010
Interprétame mal, yo te entiendo bien.
Y nunca entendiste por qué siempre te levantaba la barbilla, ni por qué te regalaba libros por tu cumpleaños y enciclopedias por Navidad.
Hoy, te he esperado todo el día en el Planetario, y después de dos horas me has llamado: te habías dormido y no tenías ganas de andar.
sábado, 3 de julio de 2010
.
Yo siempre me tiro a la piscina para entrar. Me gusta entrar de golpe. Me gusta pasar por esos tres estados: De la tierra, al aire, al agua. Pero rápido, de la manera más extrema: corriendo, volando, flotando.
Porque cuando corres te sientes libre. Porque cuando vuelas te sientes imposible. Porque cuando flotas te sientes ligera.
Corres en la vida, derrochando energía. Vuelas alto, hasta el cielo, cuando acaba tu vida. Y de nuevo vuelves a nacer, flotando en el vientre de tu madre.
Bajar por las escaleras es muy parecido, pero yo de momento prefiero tirarme a la piscina, no cambiaría por nada esos segundos entre el cielo y la tierra, sin que nada te toque, solo tú.
sábado, 26 de junio de 2010
No sabes cuanto te quiero, como siempre.
Como siempre, era el segundo en levantarse, y el último en toda su casa. Con los ojos aún cerrados, se fue al baño. Al bajarse los pantalones del pijama, su cabeza volvió a la noche anterior, mismo gesto, distintas manos. Y sonrió, media sonrisa. Restos de carmín por el lavabo, la recordó, con el pelo recogido sin pensar, correteando por toda la casa, buscando su pintalabios rojo, ese tan caro, con cuidado de no tocar nada con las manos por miedo a destrozar la manicura...Le encantaba observar esa escena desde el sofá, cada sábado por la noche, como siempre.
Un bostezo durante un pasillo. Sobre unos pies rendidos, vagos pasos que le empujan a la cocina, última habitación del apartamento, diminuto, su pompa de jabón, por las noches universo, por las mañanas carretera infinita bajo el sol de verano. Mismos cuadros, los que ella pintó desnuda sobre la cama; mismas paredes, en las que ella se apoyó, pues agarrarse a su espalda no fue suficiente para tenerse en pie; mismo suelo, cama muchas veces de pasiones irrefenables por las noches, y dulces masajes por las mañanas; todo como siempre. Y de nuevo, recordó la noche anterior y completó su sonrisa. Le hizo gracia ver como poco a poco ella había conseguido encajar en su vida, era increíble, y que aún así, con tantas cosas nuevas, todo siguiera siendo como siempre.
Bostezó de nuevo, impulso incontrolable.
Y por un momento deseó que algo rompiese esa rutina, pues era todo tan igual, que había cosas de las que ya no se daba cuenta, que ya no apreciaba, que ya le cansaban, y deseaba ver qué pasaba, deseaba volver a experimentar esa sensación que sintió cuando ella llegó.
Pero recién levantado no se piensa bien, y los deseos se pueden confundir con los sueños, y los sueños siempre son confusos. Y ese deseo le impidió ver que no olía a tostadas y champú, que la radio no estaba puesta con el volumen bajo para no despertarle, que no había ropa sucia en el cesto de la ropa, que la cocina estaba vacía.
Pero si se dió cuenta cuando pisó el suelo descalzo y no encontró el calor de otras pisadas más pequeñas, como siempre. El frío del suelo recorrió todo su cuerpo, cortando la respiración y abriendole los ojos. Su sonrisa se congeló para cuartearse despues.
Una nota:"Lo siento..." dos palabras que le atravesaron la cabeza, como dos flechas lanzadas con precisión."Lo siento" qué le habría hecho escribir eso. No quiso saberlo, se negó a leer más, pero ya era tarde, siempre es igual, a todos nos sucede lo mismo, por mas que te niegues a leerlo, los ojos siempre quieren más, y a no ser que los cierres, acabarás leyéndolo.
Y leyó: "...Lo siento mucho, no sabes cuánto te quiero, con todo mi corazón, y eso nunca va a cambiar. Pero si me voy es por tí, sé que odias esta situación, nunca quisiste que me instalase en tu casa, que me instalase en tu vida... de echo, nunca quisiste conocerme... Fuí yo la que me empeñé en saber tu nombre, saber quién eras, y que tú supieses quien era yo. Parece mentira, pero creo que tú sabías que esto pasaría, me costó dos horas hablar contigo... No sabes cuanto te quiero. Sé que al principio los dos sabíamos que no pasaría nada más, que sería algo pasajero, ninguno esperamos que fuera a llegar a este punto. Y entonces me colé en tu casa, sin pedir permiso, tan sólo lo hice, quizás debimos hablarlo, pero a los dos nos gusta seguir nuestros impulsos, y nunca hemos pensado nada. Todo lo que hemos querido, lo hemos hecho, y no sabes cuanto te quiero por ello. Pero yo no tube ningún derecho a quedarme aquí, en tu casa, ordenandolo todo, ocupando tu cama, abarcando tu baño, dejándo mis restos por ahí sin tener cuidado. Imponiendo mis manías, mis ideas, como dormir en el suelo del pasillo, tenías razón, era una estupidez porque luego siempre te dolía la espalda y sé que mis masajes no los calmaban. El suelo de tu habitación está ahora lleno de pintura por mis ideas de pintar cuadros. Y poco a poco rompí con tus rutinas, impuse las mías, cree otras nuevas, y sé cuanto te gusta mantener tu rutina, te descolocas si cambia... y yo no quiero continuar perdiéndote por acabar con tu rutina. Así que me voy, me voy para que puedas seguir con tu vida, como siempre.
Gracias por intentar encajarme, solo quiero que sepas que yo te voy a seguir queriendo, te querré, como siempre."
Silogismo improvisado.
Quizás porque nos demos cuenta de algo, quizás porque descubramos la verdad de todo, que lo anterior, lo vivido, ese amor, era mentira.
Y entonces, si al romperse un amor se descubre una verdad... ¿Es el amor un engaño?
Una mentira... Y la mentira nunca es buena, equivale a un pecado.
Pero cometer un pecado es un acto de fe. Si no se tubiese fe, no sería un pecado. Y ser partícipe de un pecado es imprescindible para llegar a realizarse sobre la fe de uno mismo.
Por lo tanto, el amor, aun siendo engaño, nos muestra la Verdad, pues es todo lo contrario, y no hay mejor manera de conocer algo que saber con exactitud lo que no es.
sábado, 19 de junio de 2010
El campo en mi ventana.
Hoy he ido a verlo, con cuidado de pisar sobre las piedras y no sobre las flores. Al volver, mis ojos estaban empantanados y sin ver, he pisado algunas .
Ahora, mirando detrás del cristal de mi ventana, descubro que las flores que pisé estaban verdes; y las piedras sobre las que caminé eran techo de flores, ahora son lápidas.
No sé si repararlo...¡que se lo coman las hormigas!
sábado, 29 de mayo de 2010
La mosca con sueños de mariposa.
Como buena mosca, seguiré chocando contra el cristal, por más que me abras la ventana
de par en par. Pues me niego a salir y seguir volando de mierda en mierda buscando comida donde otro ya comiera.
Ojalá fuera mariposa, con las alas más grandes que mi cabeza, el vuelo perfectamente controlado entre una flor y otra, ojos sin vista en mis alas que engañarían a cualquiera, y vivir un sólo día.
lunes, 17 de mayo de 2010
martes, 11 de mayo de 2010
Azul
Pero baja la marea, se enciende la luz,
ya veo la Tierra, y ya no estas tú.
jueves, 6 de mayo de 2010
No es nada bonito, es un simple desahogo.
Aunque quizás sea culpa del vacío, pues no he conseguido llenarlo con nada. Ni llenarlo ni cubrirlo, intenté hacerle una bolsita de lana, aunque quizás la culpa fue de la bolsita, que estaba mla hecha, pues nunca aprendí a hacerlas, eras tú la que me iva a enseñar. Te dejaste promesas incumplidas, eso es lo que más me duele. No cumpliste con tu palabra, y yo confiaba en tí. Y al marcharte te llevaste esa confianza y el ochenta por cierto de mi capacidad esperanzadora. Es más, desde entonces no tengo muy claro que es el concepto de felicidad. Siento algo que se le parece, pero estoy segura de que no es felicidad.
Creo que tú tienes la culpa de que no haya desarrollado del todo la memoria. Quizás porque la emplee toda en recordarte, y ahora no consigo recordar nada más. Incluso empiezo a no recordarte a tí. Y me siento mal, y no deberia, tu no tubiste ningun reparo al marcharte, no se te ocurrió pensar en mí, en la falta que me ivas a hacer.
Y toda esta infinitud de reproches-que se traducen en odio y rencor y esas cosas malas- se contradice y pierde su credibilidad al ver que todo lo que escribo lo escribo por tí, que fuiste tú la que me abriste los ojos a este maravilloso mundo que es la literatura, me hiciste apreciarla tanto como tú. Pero quizás la aprecia porque en ella te veo reflejada a tí.
Y así consigo transformar el dolor que me causaste en una diminuta belleza a traves de unas diminutas palabras escritas con rayitos de Sol.
Diferentes pensamientos de un amor incompleto.
Al acabar diré la típica frase: "fue bonito mientras duró"...pero tan bonito.
Me da miedo pensar que siempre estarás ahí, pues tarde o temprano te quedarás solo, ahí.
Lo nuestro es tan incompleto, tan irregular, tan especial, tan estúpido, tan sinsentido.
viernes, 23 de abril de 2010
jueves, 25 de marzo de 2010
Hasta entonces
Para cuando no me quede de los días mas que el respirar, me detendré en el primer charco del camino y comenzaré a remar. Y me dejaré arrastrar por las olas, sin ánimo de atravesarlas. Y no observaré el color de los destellos que emite el sol al rebotar en la escama del pez. Y remaré lento, sin desperdigar el mas mínimo asomo de energía. Y permaneceré firme, sin torcer las velas, siempre al mismo objetivo. Y tan solo me maravillaré al contemplar la finitud del perfecto y ahora alcanzable horizonte .
Por ahora, continuaré remando en contra de las olas más fuertes; pintaré cada destello en un lienzo memorable; correré por los caminos más empedrados, derrochando toda energía; cambiaré de rumbo infinitas veces, por innumerables caminos; y aún seguiré maravillandome del paso de la vida por el tiempo, rumbo al horizonte.
lunes, 22 de marzo de 2010
He reaccionado.
sábado, 13 de marzo de 2010
La falsedad verdadera.
falsa mirada, falso reír,
falso saludo, falsa curiosidad,
falsa belleza, falsa amabilidad.
Falso motivo, falso latir,
falsa caricia, falsa pasión,
falsas tus piernas, falso rugir,
falso abrazo, falsa emoción.
Falso llorar, falso consuelo,
falso escuchar, falso pañuelo,
falsa canción, falsa armonía,
falsa ilusión, falsa alegría.
Falso el adiós, falsa la despedida,
falsa tu voz, falsa la mía.
Pequeña contraindicación.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Grapas en invierno no, gracias.
En invierno no hay que sonreír, al menos no durante todo el día.
martes, 9 de marzo de 2010
Verdades negativas
A mí lo que me gustan son tus andares, aunque pisen el cesped y su vida interior. A mí lo que me gustan son tus piernas, aunque te lleven lejos y no conmigo. A mí lo que me gusta es tu ombligo, aunque crie pelusas que no me dejan sitio. A mí lo que me gusta son tus manos, aunque a veces sean indecentes y no sepan hacer cosquillas. A mí lo que me gusta es tu cuello, aunque te sepa al alcohol de tus colonias. A mí lo que me gusta es tu boca, aunque al darme un beso siga siendo rana. A mí lo que me gusta son tus ojos, aunque esquiven miradas y desvelen verdades amargas. A mí lo que me gusta es tu pelo, aunque sea negro como lo feo y mis dedos se enrenden en el y yo no quiero.
A mí lo que me gusta es cada parte de tu cuerpo, porque en cada una de ellas hay uno de mis besos de los recuerdos-que son deseos, pero es un secreto-. Pero no tú, tú no, sólo eso.
miércoles, 3 de marzo de 2010
¿Alguien tiene una grapadora?
Yo quiero mis grapas, cuando nací se olvidaron de incluir en el lote, además de la flexibilidad y la capacidad de estudiar Historia, ¡mis grapas!. En algún lado tendrán que estar, digo yo, no se han podido evaporizar...¿o sí? No lo sé, no soy de Ciencias.
martes, 23 de febrero de 2010
sábado, 20 de febrero de 2010
Volando voy, a rastras vengo.
El problema es que no sé a dónde me lleva, no sé dónde tengo que bajar, ni si quiera sé si tengo que bajar.
La verdad es que de día, cuando hace Sol, el paisaje queda muy bonito...Lo malo es cuando llega la noche, que todo se pone oscuro-si no sabes como es "oscuro", mírate el pelo.-, sobre todo últimamente que las nubes se empeñan en tapar la Luna, como hace frío... Pero entonces me duermo, y sueño con el día, cuando hace Sol, que el paisaje queda tan bonito. Y me he acostumbrado a soñar, así que ahora no sé cual es el día real y cual el sueño.
Pero la noche, nunca sueño con la noche, siempre es la Noche Real, nunca sueño.
Cuentos de esos que siempre terminan mal.
Que no pasen las horas, que nos pille la lluvia cantando a las farolas. Que nos lluevan las horas, que yo duerma contigo, que tú no duermas sola.
Mañana no va a llegar...
viernes, 19 de febrero de 2010
La bipolaridad de mi ψυχή (I)
Aunque no estoy segura de estar en el suelo, probablemente aún esté en el aire, suspendida, a punto de caer... quizás sostenida por la cuerda, bastante desaliñada por cierto.
Recuérdame que te avise cuando caiga, seguramente se me olvide.
lunes, 8 de febrero de 2010
Bloques
Lo único que a medida que creces, cambian los puntos de vista: De pequeño te afanas en hacer la torre más grande, muchas veces no reparas en las formas de construcción, en la fortaleza de la torre, pero ¡no importa! ¡tú eres feliz construyendola! y cuando se cae tan solo TE RIES!
[...sin acabar]
sábado, 6 de febrero de 2010
Lejos
tranquilo que yo me lo bebo.
Que si es por las olas
yo nunca llego
a tu orilla,
con la arena de tu pelo
y las cosquillas.
Que me dicen que te quiero
pero yo estoy convencida
que es tan solo de tus dedos
que me rozan las mejillas
cada vez que pestañeo.
Y súbete a mi barca, que yo cojo un remo,
y tú suelta el otro, que así nos perdemos
por los mares más salados,
por los ríos más ligeros,
por los charcos de las calles
donde me dijiste: quiero
poner el mundo del revés
y poder tener la Luna a mis pies,
[...sin terminar]
Primer nudo.
Y haces nudos y más nudos, primero por estar más cerca, y solo consigues enredarlo todo. Yo intento desatarlos, pero me agrieto las manos, y de echarme tanta crema ahora ya solo resbala.