Por qué siempre un desamor va precedido de una lágrima, y esa de otra.
Quizás porque nos demos cuenta de algo, quizás porque descubramos la verdad de todo, que lo anterior, lo vivido, ese amor, era mentira.
Y entonces, si al romperse un amor se descubre una verdad... ¿Es el amor un engaño?
Una mentira... Y la mentira nunca es buena, equivale a un pecado.
Pero cometer un pecado es un acto de fe. Si no se tubiese fe, no sería un pecado. Y ser partícipe de un pecado es imprescindible para llegar a realizarse sobre la fe de uno mismo.
Por lo tanto, el amor, aun siendo engaño, nos muestra la Verdad, pues es todo lo contrario, y no hay mejor manera de conocer algo que saber con exactitud lo que no es.
si no fuera porque la literatura triste no me gusta reconocería que es un relatillo muy bueno, la verdad, nunca dejes de escribir, quien sabe, alomejor algún día haces algo importante. Desde Londres con amor, una raqueta de pádel y un abrazo.
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