Como buena mosca, seguiré chocando contra el cristal, por más que me abras la ventana
de par en par. Pues me niego a salir y seguir volando de mierda en mierda buscando comida donde otro ya comiera.
Ojalá fuera mariposa, con las alas más grandes que mi cabeza, el vuelo perfectamente controlado entre una flor y otra, ojos sin vista en mis alas que engañarían a cualquiera, y vivir un sólo día.
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