Pensar está sobrevalorado,
que, a veces, es demasiado
y no deja libertad.
Pues pensar antes de hablar
está siempre aconsejado;
"ver, oír y callar"
a mí nunca me ha gustado.
Yo siempre quise actuar,
dejar paso a lo improvisado,
por eso escribo mientras hablo,
por eso callo y no recito
Acusado de proscrito
soy sin ser juzgado.
Nunca en ello vi algo malo,
no soy sólo lo que hago,
no hago siempre lo que digo
No hay comentarios:
Publicar un comentario