Porque aunque no lo puedas ver, sabes que el Sol siempre está ahí.
Pero ayer tube dudas, y quise mirar. Y mirando, mirando, el Sol me cegó, sin motivo ni razón, y me hizo llorar.
Hoy, feliz de nuevo, he mirado al Sol, y por fin he conseguido verlo. Y esque entendí que lo único que el Sol quiso decirme, es que debía ponerme gafas para contemplarlo mejor.
Así que, cuando algo te haga daño, busca las razones y encuentra la solución.
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